martes, 12 de agosto de 2008

MARCHA

Para el próximo sábado 30 se ha convocado una marcha de protesta contra la delincuencia. La concentración partirá del Auditorio Nacional e irá hasta el Ángel de la Independencia y se pretende que sea a nivel nacional; algunas ciudades como Guadalajara ya se han unido.
La marcha está muy bien ¿Pero servirá de algo? Recodemos aquella marcha de hace unos poquitos años que de igual manera se efectuó contra la delincuencia por una parte y por otra contra López Obrador, en lo que fue una auténtica vergüenza, pues hay que tener en cuenta que los crímenes se cometen contra todo tipo de clases sociales o incluso mucho más contra las capas populares.
En esta ocasión se ve la clara intención de ir en exclusividad contra el crimen que se está padeciendo en el país, por lo que bien harían todos los políticos de participar y que por una vez dejen de aprovecharse para jalar agua para su molino. Esto afecta a todos por igual.
Hablando un poquito de lo que sirvió esa marcha, en la que según algunas cifras se habían reunido dos millones de personas, esa misma noche, en una colonia del norte de la ciudad unos miserables entraban en una casa y violaban a tres mujeres y si mal no recuerdo mataban al jefe de familia, si me equivoco con lo de la muerte tampoco importa mucho, pues si no fue esa misma noche lo fue al día siguiente, los números de víctimas del crimen comenzaban o seguían su marcha ascendente que ha ido proliferando hasta el presente.
Ahora veo a un organizador de esta nueva marcha, decir que va a ser en silencio, pues según manifiesta, el silencio a veces hace más que las palabras. En verdad que no entiendo semejante aberración, el silencio no es más que complicidad, nos podemos imaginar a todo el mundo en silencio ¿Cuántos más crímenes no cometerían los asesinos? No, la manifestación debe ser con consignas, que los manifestantes griten a pleno pulmón su desprecio hacia los asesinos hasta que a éstos les taladren los oídos, que se enteren que México está contra ellos y que los desprecia, que escuchen las peticiones de no ya la cadena perpetua sino de la pena de muerte, que sientan que están sólos, completamente sólos contra un pueblo que clama libertad; porque hoy en día México no es libre, México está en poder de la delincuencia que sin entrañas no se mide a la hora de asesinar a este pueblo y lo mismo enluta familias que pierden a sus hijas, a sus hijos que a sus padres o madres, no importa el motivo, puede ser porque a un miserable inhumano de gusta una niña o porque otro de su misma calaña quiere unos pesos para drogarse.
Esta marcha como la anterior no servirá para nada, esa misma noche muy posible una persona o varias serán asesinadas en algún lugar o lugares de la República; esta marcha como pretenden hacerla, vestidos de blanco, con velas y en silencio, para lo único que puede servir es para vivir un espectáculo de luz y sin sonido, va a servir lo mismo que sirve una procesión en semana santa, para eso, para ser contemplada por espectadores que matarán su aburrimiento o encontrarán algo divertido que hacer: contemplar esta inmensa procesión contra el crímen.
Al crimen, como se viene manifestando en todas las entradas, lo único que lo puede parar es la dureza de las leyes, una dureza que debe ser inmisericorde con ellos como ellos lo son con sus víctimas, pero cuando menos, si la marcha no va a ser el más mínimo freno para la delincuencia, señores organizadores, cuando menos dejen que la gente muestre su repudio con la mejor forma que se puede mostrar, con la palabra.

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