CÓMPLICES

Mucho se está hablando de la complicidad de la policía con la delincuencia en general y en verdad no falta razón, mucho también se habla de la ineptitud de las autoridades para combatir el crímen y tampoco falta razón y en un mar de dimes y diretes, de buscar culpables por todos los sitios sobre esta situación isostenible que se está viviendo en el país, de repente nos encontramos con hechos por demás insólitos e indignantes.
Cuando ya son infinidad de personas que piden hasta la pena de muerte para secuestradores y violadores asesinos y hasta el presidente del país declara que hay que aplicar cadena perpetua a estos criminales, nos encontramos con casos como éste.
La información ha sido dada en el canal cuatro, noticiero de las tres de la tarde. Resulta que una persona se ha ido a inconformar ante las autoridades porque hace tiempo fue secuestrado, el jefe de la banda de secuestradores fue detenido y condenado a más de diez años de prisión. Pues resulta que llevando cuatro de cárcel, una "autoridad" ha decidido ponerlo en libertad y así, de nueva cuenta está en la calle, supongo que pronto comenzará a trabajar y otras personas caerán en sus manos, claro, que también existe la posibilidad de que con el dinero que ganó en los secuestros anteriores pueda estar una larga temporada sin trabajar y disfrutando el dinero de su "trabajo". Sería muy interesante investigar al fulano investido de autoridad que lo ha puesto en la calle, a ver en cuanto ha aumentado su cuenta bancaria.
Esto es una verdadera vergüenza, así no se acaba con el crimen, así el crimen va en aumento. Encima señalan que aunque se presente una denuncia el criminal ya no volverá a la cárcel. Esto es reirse del presidente de la República y de toda la sociedad.
Aquí deberían ir a la cárcel los dos, el despreciable delincuente y quien lo ha puesto en libertad, que es tan despreciable como el propio secuestrados o más, pues de lo contrario de nada vale que la sociedad siga clamando justicia cuando delincuentes de estos tienen todo el apoyo de las mal llamadas autoridades para salir pronto de la cárcel y volver a las andadas.