El recordatorio del 2 de octubre del 68 se efectua con grandes marchas y así fue este año. Una multitud marchó desde distintos puntos hacia el Zocalo en la ciudad de México. Destacaba la marcha en la que se hacían presentes antiguos líderes de aquella ya lejana fecha.
Todo trancurrió en orden hasta que unos vándalos quisieron dar la nota. Estos desadaptados comenzaron a agredir a policías y hasta fuego les querían dar. Además aprovecharon para robar comercios, romper vidrios de tiendas y deshacer cuanto encontraban a su paso, como cabinas teléfonicas.
Esto es intorerable y nada, absolutamente nada tiene que ver con el espíritu del 2 de octubre.
Esta gentuza descerebrada lo único que hace es desprestigiar a los que de verdad recuerdan aquella fecha tan negra e inolvidable en la historia de México.
Los policías bastante hicieron con aguantar como pudieron la salvaje agresión de estas hordas de descerebrados que aprovecharon el acontecimiento para sacar a flote su desadaptación social y propias frustraciones.
El Universal muestra a policías de paisanos haciendo detenciones como si esto fuera una salvajada, cuando la única salvajada era la de estos vándalos y el trato que se les dio fue demasiado complaciente para lo que se merecían.
Hubo una veintena de detenciones, la mitad eran menores de edad, la otra mitad dicen que pueden pasar hasta ocho años de prisión, ojalá y sea verdad y por unos años mantengan a estas basuras fuera de la circulación y armen sus demanes dentro de una prisión. La sociedad no puede tener entre ella a salvajes de estos que por el simple hecho de causar daño destrozan todo lo que encuentran a su paso.
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