domingo, 22 de febrero de 2009

POLÌTICO CRIMINAL

El pasado jueves 19 en la calle Leòn Guzmàn, de la colonia Constituciòn de la repùblica de la delegaciòn Gustavo A Madero, DF. Apareciò estacionada una camioneta Pointer Pickup blanca. En su interior se encontraban tres cuerpos asesinados, los cuales presentaban huellas de torturas y manchas de sangre.
Tras las investigaciones pertinentes se dieron a conocer el nombre de los tres fiambres. Se trataba de Adelfo Toledano Garcìa, quien era dirigente del Sindicato de Trabajadores de Mèxico (CTM) en Ixtapaluca y precandidato por el PRI a la presidencia municipal de esa localidad.
Los otros dos cadàveres pertenecìan a Antonio Mecalco Cabrera, secretario del trabajo del mismo sindicato e Hilario Rìos Riancho, secretario de finanzas de la organizaciòn.
El triple crimen segùn las primeras investigaciones se perfila como una venganza polìtica.
Lo grave de este caso y al margen del asesinato, es que Adelfo Toledano, hace cinco años fue uno de los delincuentes màs buscados por la Procuradurìa de Justicia del Estado de Mèxico y ni màs ni menos que por un doble asesinato.
Los asesinados eran el subdirector de la policìa municipal Fernando Benìtez y de su escolta Luis Ledesma. Los hechos tuvieron lugar el 19 de noviembre de 2003 en el rancho SanLuis propiedad del mismo Toledano y en la misma localidad en la que ahora pretendia ocupar la presidencia municipal.
Para cometer el doble crimen fue ayudado por su hijo y su hermano Oscar Bladimir y Raùl Toledano, quien era regidor de ese ayuntamiento.
Al parecer habìa un testigo quien afirmò que a Luis Ledesma lo enterraron vivo.
Las vìctimas fueron encontradas en el rancho San Luis en una fosa de màs de tres metros de profundidad, excavada en una pista de carreras de caballos.
Los tres familiares permanecieron pròfugos por algùn tiempo.
Y ahora viene lo verdaderamente increible, bueno, no tan increible si vemos las cosas por demàs absurdas qeu sucen en Mèxico con esto de la justicia.
Pues resulta que en el 2004 un juez le concediò un amparo a Adelfo Toledano y como si tal cosa, ademàs de andar libre, aspiraba a ser presidente municipal de Ixtapalupa.
Todo un señor, pero un señor criminal que andaba libre gracias una vez màs a los jueces.
Lo venimos diciendo en diversos artìculos, de que sirve que la policìa detenga a delincuentes si los jueces los ponen libres a su propio criterio, o màs bien, a sus propios intereses.
En este caso bien cabrìa decir que se libro de un juez de la tierra, pero le llegò la justicia divina y pagò su crìmenes de la misma manera.

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