sábado, 10 de abril de 2010

CASO POULETTE:VERGÜENZA NACIONAL



Una vez más el caso del supuesto asesinato de una niña de clase bien se convierte en un escándalo mediatico, del que todo el mundo habla, todo el mundo opina y el ridículo de las autoridades es mayúsculo.

Sucedió el pasado 21 de marzo en el Estado de México cuando a la noche llegaban a la casa de diferentes rumbos, el matrimonio guebara-farah.
El padre, Mauricio Guebara traía a las dos hijas del matrimonio Lisette, de 7 años y Paulette de cuatro, esta última parecía discapacidad física. Los tres llegaban de Valle Bravo, mientras que la esposa lo hacía de otro lugar de la república a donde había ido con una amiga a pasar unos días de vacaciones. Está claro que el matrimonio no se llevaba muy bien.
Al encontrarse en la casa el padre entregó las niñas a la madre quien se encargó de acostar a Paulette en la cama, al parecer una cama matrimonial de grandes dimensiones.
Fue a la mañana siguiente, cuando una de las dos criadas que se encargaban de cuidar a Paulette y del servicio de la casa, las hermanas Casimiro, se disponía a despertar a la niña Paulette como siempre lo hacía, cuando se dio cuenta de que ésta no estaba en la cama. Tras la busquela de la pequeña y después de preguntar a los padres, se dio por hecho la desaparición de la niña.
Llegó la denuncia, los medios de comunicación y el gran escándolo en todos los medios informativos. Grandes carteles en avenidas se pudieron ver con la foto de la pequeña que pedía la devolviesen a casa. La madre angustiada pedía en televisión que aunque sea dejasen en un supermercado a su hija para que la pudiesen devolver a casa, mientras, numerosos plicías, peritos y demás especialistas en la matería, registraban una y otra vez el departamento situado en un lujoso condominio.
Nadie había visto nada extraño el día de la desaparición de Paulette y las cerraduras de la casa estaban en perfecto orden.
Pasaron unos días y dada la ineptitud de las autoridades, fue fácil emplear esa figura absurda del arraigo y arraigar en un hotel al padre, a la madre y a las dos criadas de Paulette.
Ya Arraigados y en la madrugada del día siguiente, cuando unos especialistas seguían buscando alguna prueba, uno de éstos sintió un olor nausebundo que salía del cuarto de Paulette. Entró en el cuarto y el propio olor le llevó a descubrir el cadáver que estaba entre el colchón y al parecer el tambor de la cama.
Tras el hallazgo surgieron más dudas. El procurador del Estado Alberto Bazbaz daba una rueda de prensa a los medios en donde se anunciaba que la madre había pasado de denunciante a indiciada. Según el procurador la madre padece trastornos de personalida, exactamente lo que padece el procurador, quien todo nervioso no sabía muy bien lo que decía y su ridículo y falta de un mínimo de inteligencia para resolver el caso ha llevado a que se pida ya su destitución, lo cual se debía haber hecho ese mismo día.
Llegamos a la base del problema que tantos quebraderos de cabeza está dando a la sociedad.
¿Fue tal vez un accidente? Todo parece indicar que sí. Me faltaría saber como es exactamente la cama para estar más seguro de esa posibilidad que parece la más real. Parece ser que entre el colchón y las tablas hay una separación que es donde apareció la niña. La pequeña pudo rodar y caer al hueco boca abajo y ante su falta de posibilidad de moverse como lo haría una niña normal, hacer un esfuerzo y quedar más aprisionada todavía y hacía adentro del colchón. Lo cual justifica que haya muerto por axfisia como lo indica la autopsia, sin que haya huellas de violencia de ningún tipo.
Curiosamente en la cama al parecer durmió otra gente durante los días siguiente, sin embargo y esto es muy de tenerse en cuenta, nadie dice haber deshecho bien la cama o levantado el colchón, ni tan siquiera los padres ni la policía. Una amiga de la mamá que durmió en la cama, dice que al levantarse tendió rápido las sábanas pero no movio el colchón.
Lo cierto es que la policía tenía que haber deshecho la cama por completo y voltear el colchón, fallo inexplicable en gente que se dedica a la investigación.
Como lo anterior es tan sencillo que parece un cuento, nadie o muy pocos, quieren creer tal versión que sin embargo es la más lógica y veremos porqué.
Ahora supongamos que alguien sacó a la niña con algún fin y la escondió en algún lugar de la casa tras matarla o sufrir accidente.
Pasa unos días y de repente con todo el escándalo que hay alrededor se le ocurre mover el cuerpo de Paulette al mismo lugar de donde la sacó ¿Quién haría eso? Esta claro que nadie en su sano juicio. Lo más lógico en el caso de haber escondido el cuerpo sería dejarlo ahí o moverlo a un lugar más a la vista y dejarlo para que lo descubriesen, pero llevarlo hasta el mismo lugar de la desaparición y encima poner el cuerpo medio escondido entre el colchón y las tablas y boca abajo, creo que a nadie se le ocurre semejante estupidez, salvo que sea una persona completamente anormal o bien una niña, como la hermana de Paulette, sin embargo esto queda descartado por la misma falta de fuerza de la pequeña.
También hay que tener en cuenta que al parecer no quedó un sólo lugar de la casa sin registrar, lo que significa que hay las mismas posibilidades de que no la encontrasen al costado del colchón que en otro lugar o hasta por ser el lugar de la cama el primero en apariencia en donde se tenía que buscar, tal vez por ello se despistaron.
Ahora supongamos, como lo indica hoy un periodista, que el cuerpo fue sacado de la casa y llevado a un departamente vecino, es decir, que la familia, padre o madre o hasta las criadas, tenían un supuesto cómplice en un vecino.
Supongo que la policía sabrá ya quienes son los vecinos para descartar posibilidades, pero aunque nada hayan investigado sobre esta linea, volvemos a lo mismo ¿Cómo un vecino va a los días a entrar en el departamento de Paulette para dejar el cuerpo y a un costado del colchón? Esto es todavía más difícil que si lo hace alguien de la casa.
Aquí por supuesto, la clave está en saber si la niña fue movida o no, pero como no se puede saber a ciencia cierta lo más factible es el accidente, que cayera debajo del colchón.
Insensatamente se ha culpado a la madre, pero la madre estaba arraigada cuando apareció el cuerpo y ¿Por qué matar a su propia hija, luego esconderla y después pedir a un supuesto cómplice que la deposite de nuevo en la cama? Porque de ser así está claro que tenía un cómplice, ya que ella, por lo menos cuando apareció la niña, no la podía dejar en la cama y por otro lado, haber planeado todo de antemano se hace difícil de creer, ya que la presencia policiaca y de medios de comunicación ha sido constante como para andar moviendo el cuerpo del delito de un lugar para otro.
Está claro que la muerte de Paulette se debió a un accidente, por lo menos es lo más sensato que nos muestran las investigaciones.
Pero si ya el gobierno del Estado de México ha padecido suficiente vergüenza o debería padecerla si es que la tiene, todabía se hecha más encima a traer a investigadores de Estados Unidos para que ayuden en el caso.
En primer lugar esto es anticonstitucional, por lo que estas autoridades están cometiendo un delito, pero en segundo y lo más grave, es la vergüenza de que tengan que acudir a la policía extranjera para resolver este caso ¡Vergonzoso!
La señora Lisette Farah sin duda que puede sacar algo muy positivo de esta desgracia y es la separación definitiva de esa mierda que tiene por marido y es que a una esposa no se le abandona y da la espalda de esa manera tan ruín y cobarde.
Podían tener cien mil problemas, lo desconozco y ni me interesa, pero ante una tragedia de éstas se permanece unido y apoyando a la mujer, después ya vendrá el divorcio si es necesario.
Lisette debe cuidar a su otra hija y la familia de él no olvidarse que la pequeña Lisette tiene una madre y a ella le pertenece.